Testimonio de Pepe Vazquez Bejarano
Encuentros de la Visita Pastoral: Jóvenes
Me llena de orgullo y satisfacción el poder realizar un breve testimonio sobre la pasada visita que nuestro obispo auxiliar Don Santiago realizó a nuestra Parroquia de San Ildefonso.
En este caso, hablaré sobre el pasado 14 de febrero, donde en la Parroquia, nos reunimos los jóvenes de las diferentes hermandades que se hallan en nuestro pueblo.
Como digo, me enorgullece el poder hablar de ello ya que fue una visita que, a mi personalmente y estoy casi seguro qué a los demás jóvenes que allí nos citamos, nos sirvió de mucho a la hora de enfocar nuestra relación mutua y con la comunidad parroquial en general para un futuro.
No fue ni mucho menos una charla de varias horas ni nada de eso, pero lo poco que nuestro obispo auxiliar nos comentó fue lo justo y necesario.
Me gustaría recalcar un símil que nos puso como anécdota, en el cual una abuela de un pueblo sevillano le dijo a su nieta que le diera un beso a la Virgen, en dicho pueblo existen dos hermandades, a lo cual la niña se negó, ya que ella dijo que ella solo le daba besos a la otra. Entonces la abuela, sorprendida, le enseñó una foto de su mamá vestida de flamenca, vestida de novia, cuando era pequeña… entonces la abuela le pregunto, qué si todas esas mujeres eran su mamá, a lo que la pequeña respondió rotundamente sí.
Esta pequeña anécdota nos viene a decir que, ya sea en este caso bajo la advocación de Mercedes, Rosario o Rocío, la Virgen María es una, y que los jóvenes que estamos inmersos dentro de cada grupo joven tenemos que, conjuntamente, trabajar por un mismo fin, tenemos que unirnos para que la fe, el cristianismo en general, siga adelante y no se vea estancado en un futuro, porque como también comentó Don Santiago, nosotros somos el futuro, nosotros somos los encargados de difundir el mensaje de Cristo y de su madre la Virgen María, pero siempre unidos unos a otros, colaborando los unos con los otros, y siempre recorriendo el camino correcto, ese camino encabezado por nuestra fe que jamás debemos perder.



