Testimonio de Agustín Alvarez Ponce
Encuentros de la Visita Pastoral: Consejo Pastoral
El viernes día 11 de febrero, y en la apretada agenda de la Visita Pastoral de nuestro Obispo Auxiliar Don Santiago Gómez, tuvimos el placer de celebrar, en el Monasterio de la Purísima Concepción, no solo su visita pastoral, tan esperada, sino además, la primera reunión de nuestro Consejo Pastoral que él presidió en compañía de nuestro párroco Don Alberto Jaime.
Después, una breve presentación de cada uno de los miembros del Consejo, donde se ponía de manifiesto, según palabras suyas, el compromiso de todos con nuestra Parroquia y nuestro pueblo. Como siempre en la humildad que le caracteriza hizo una presentación curricular de él y nos presentó a su secretario.
Destacar en su intervención, la prescripción de los deberes de servicio con la comunidad, con el párroco y con los diferentes grupos de la parroquia del Consejo Pastoral, atendiendo a la obediencia a la Archidiócesis y la Iglesia.
Recordó que a diferencia de antes, cuando la Iglesia esperaba que viniesen a ella, ahora, en los tiempos que corren, es la Iglesia la que se tiene que acercar a los cristianos y es ahí donde hay que poner todo el empeño imaginativo, creando, exponiendo nuestro amor al prójimo, satisfaciendo las necesidades de los feligreses – "debemos volver a la Primera Iglesia, comunidad". También hizo hincapié en que no somos grupos independientes, sino que somos miembros de un mismo cuerpo. Y por eso el Consejo Pastoral tiene que hacer unión de todos, porque todos somos Iglesia en un mismo Señor, en una misma Fe. Somos coros, catequistas para niños y jóvenes, catequistas de adultos, somos archivo, despacho, somos, con mayúsculas, Cáritas. En nuestro pueblo, marianos, con nuestras hermandades.
Señaló con firmeza que el dialogo no podía ser puntual, todo lo contrario, poner todos nuestros esfuerzos para ser primero nosotros, comunidad. Y que ese era el ejemplo que debía salir a la calle –“esa arma del cristiano, el amor”.
Prosiguió una ronda de preguntas. Dio las gracias a todos por nuestro apoyo y ya rondando las nueve y media de la noche se despidió.
Nos dejo con “la Iglesia somos todos” y con una sonrisa nos dijo adiós.


